BELLIDO JIMÉNEZ, María José (2001). Ensoñaciones Abstractas. Montilla (Córdoba): Ediciones Gallardo y Bellido. ISBN: 84-607-1805-0. Libro-catálogo.
EXPOSICIONES INDIVIDUALES. CREACIONES ARTÍSTICAS.
2001 - Galería de Arte COBALTO. Córdoba. España.
VIVIR EN EL ARTE...
"Las líneas definen las pautas, los trazos, el esquema básico, a partir del cual fluyen el resto de los gestos y grafismos que van surgiendo, en un principio, de forma espontánea, y seguidamente cuidadosamente meditada, configurando el tema compositivo.
Trazo gestual, dinámico a veces, pausado otras, nos transportan a través de la superficie inmaculada del lienzo siguiendo un baile que marca el ritmo impuesto por la mano que a su vez sigue los deseos que indica la mente.
La formas van surgiendo a través del trazo. Formas-estructuras, formas-esqueleto, formas-armazón de la obra plástica. Definen, construyen, delimitan, expresan... Nos conducen por la obra adentrándonos en sus más recónditos detalles, trazos, gestos, que se entrelazan, fundiéndose a veces, desapareciendo y volviendo a aparecer en otras. Formas definidas-formas sugeridas, ambas nos introducen en realidades abstractas únicas que encienden nuestro yo más profundo.
La línea y el color son medios a través de los cuales se acerca el espíritu a la creación artística, llevando al espectador a realidades cromáticas diversas.
El arte sirve para evolucionar, es creación, expansión, una manifestación universal. Es un medio a través del cual el artista exterioriza su yo más intimista".
María José Bellido.
GESTO Y COLOR...
"Es posible que actualmente, y como siempre ha sucedido en tiempos atrás, nos encontremos con una época en la que la creación artística esté viviendo otra etapa fría, gris y anacrónica. Fría y gris entendida como una vuelta al recuerdo del academicismo, para así intentar justificar determinadas posturas y actitudes. De ello evidentemente se aprovechan algunos autores/as conduciendo al espectador a un todo, a un mundo de aparentes armonías, equilibrios, etc.
Por el contrario, estamos ante una pintora que reclama en su obra los colores fuertes y puros, los planos de color están rodeados de enérgicas líneas, huyendo en todo momento de ese reclamo gris, que ahora nos invade. Vemos como ha conseguido seguir y reafirmarse en ese camino.
La expresión está perfectamente definida por la estructura del cuadro. En estas obras apreciamos como ha intuido que no debe engañarse al espectador, ni al artista en sí, con meros valores estéticos y sensoriales, que esto debe ser consecuencia de la organización de la obra de arte.
Su reclamo: la pintura por la pintura, la línea, el gesto, los planos de color, el enfrentamiento con el lienzo en blanco, nos encontramos con numerosas estructuras de color que transmiten vida, energía, contundencia, sensibilidad...
Su pintura es cercana, íntima, sugerente, son formas de un conjunto que implican poesía, pasión, todo un mundo de cromatismo. Descubrimos, pues, que su obra se fragmenta para desprender una sensibilidad abierta, así, lo creativo es sistematizado, originando espacios claros y notables expresiones.
Con el tema elegido descubrimos que ante todo está el orden compositivo, que lleva a la autora a desvelarnos numerosos puntos de partida, cuyo resultado podríamos definir como de admirable, ya que ha sabido combinar el orden, el color y la línea con una total libertad.
No nos quedemos en lo anecdótico, intentemos superar esta hornada grisácea que nos aplasta y lo peor, apoyada por numerosos incondicionales.
Tratamientos limpios y sueltos, creadora de mundos, inventora de espacios donde el espectador/a pueda recrearse, imaginar y recurrir a la fantasía para asomarnos a un universo íntimo cuya clave es la abstracción.
Esta intensidad y el delicado tratamiento superficial invita a contemplar la obra de manera abierta, abre caminos y posibilita la comunicación.
La simbología del color se nos muestra con una gran expresividad, trazo, potencial creativo, cromatismo que intensifica los lugares, la atmósfera, para así perdernos y situarnos ante su obra con una total independencia.
Debemos ver en su pintura una nueva forma de poner acento, de como debe moverse el color a través del gesto, con una gran autonomía en el trazo. El espacio es invadido por la mancha que origina diferentes puntos de vista y que arrancan del interior, así nos muestra la voluntad, el deseo, el recuerdo, la memoria, el espacio cromático... fragmentos que nos elevan y seducen.
Se trata pues, de un conjunto de obras muy refinadas, con una gran frescura, que nos conducen al mundo de los sentidos, emanando armonía y serenidad. Enfrentarse a sus cuadros es introducirse dentro de una gran experiencia, ya que en todo momento existen sugerencias y evocaciones".
Pedro Pablo Gallardo.
Pintor, Escultor y Artista Experimental.
Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.
